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Mostrando entradas de octubre, 2019

RECUERDOS DE UNA VIDA ANTERIOR

A veces,   rememoro el pasado como si fuese otra vida. Recuerdos suspendidos en el tiempo, tardes de luminosas puestas de sol donde   los atardeceres rojos, ardían en la vorágine de un tiempo de sueños nuevos, de juventud desbordada y adolescencia suicida. Hoy, sólo queda   tanto un puñado de postales como fotos perdidas en polvorientos estantes y oscuros cajones olvidados. Grandes edificios de cristal que tocaban el cielo, paseos por la playa buscando conchas, una puesta de sol dibujada en el mar como un río de fuego o pompas de jabón que, como la mayoría de los sueños,   tiemblan y se rompen antes de alcanzar su cielo.         Hoy, recuerdo a un amigo que fue mi compañero en la adolescencia. Él era comprometido como yo, en una búsqueda que sólo puede ser entendida no como una posesión   de los elementos que nos rodean sino más bien como una contemplación. Es decir, una visión fluida como un rio o estática como un lago lleno de quietud y calma. Con las alas de la brisa de un

El último tren

Había esperado demasiado tiempo. El tren que pasaba por la aldea, se había llevado demasiados sueños. En él, partió un aciago día, la que iba a ser la mujer de su vida. Después, uno tras otro desaparecieron sus mejores amigos. Por   último, sólo le quedaba esperar a él un poco más. Tenía paciencia, así que un buen día se sentó en el andén y se puso a esperar. Se vio un burrito atado a la ventana junto a la mujer que amaba en una pequeña casita. Había poco espacio mas eso hacía que estuviesen más unidos, pero él   no estaba satisfecho   por lo que esperó un poco más. He de añadir, que se encontró en una gran mansión con un poderoso caballo en el establo y una hermosa mujer la cual apenas veía, llenando su vida de grandes espacios vacíos y grandes silencios, mas no era eso lo que quería. Estaba en un palacio lleno de sirvientes y de ruido. En algún lugar, intuía que tenía una familia, aunque ya no estaba seguro de nada   y, de pronto, despertó.   Se vio sólo, el último tren ya