RECUERDOS DE UNA VIDA ANTERIOR
A veces, rememoro el pasado como si fuese otra vida. Recuerdos
suspendidos en el tiempo, tardes de luminosas puestas de sol donde los atardeceres rojos, ardían en la vorágine
de un tiempo de sueños nuevos, de juventud desbordada y adolescencia suicida.
Hoy, sólo queda tanto un puñado de postales como fotos perdidas
en polvorientos estantes y oscuros cajones olvidados. Grandes edificios de
cristal que tocaban el cielo, paseos por la playa buscando conchas, una puesta
de sol dibujada en el mar como un río de fuego o pompas de jabón que, como la
mayoría de los sueños, tiemblan y se
rompen antes de alcanzar su cielo.
Hoy, recuerdo a un amigo que fue mi
compañero en la adolescencia. Él era comprometido como yo, en una búsqueda que
sólo puede ser entendida no como una posesión
de los elementos que nos rodean sino más bien como una contemplación. Es
decir, una visión fluida como un rio o estática como un lago lleno de quietud y
calma. Con las alas de la brisa de un viento leve que apenas rice la superficie
o acaricie a su paso las hojas verdes de un mundo siempre nuevo. Él, al igual
que yo, tuvo su expresión a través de una página en blanco, una tierra virgen
donde sembrar tanto penas como alegrías y transformarlas en palabras.
El mundo de la palabra es incierto y un poema no es una verdad axiomática. Es más bien la expansión de un sentimiento, el flujo y reflujo de un estado de ánimo que deja sobre la arena cálida de la vida un puñado de palabras. Hablar de un ausente nunca me resulto fácil. Como amigo mío, he bebido de su mismo vaso y he llorado sus mismas lagrimas más sin embargo lo quiero ahora que se que está lejos de todo y no lo volveré a ver. Lo quiero como algo que estuviese dentro de mí con la fuerza del amor más puro que engendra los sentimientos. Lo extraño como al adolescente tardío que a veces, creo reconocer como una realidad desvaneciente dentro de mí.
Me gusta lo que leo , creo que lo haces desde muy dentro de ti , con esos recuerdos que vienen a tu memoria y que mejor que plasmarlos en papel ..Son bonitos aunque ese amigo esté lejos siempre seguirá contigo ..
ResponderEliminarUn abrazo y muy feliz noche.
Precioso recuerdos evocados por un puñado de postales.
ResponderEliminarMe ha encantado el tono intimista de tu prosa poética.
Un abrazo
Excelente aporte al reto juevero. Sólo un par de cosas:tendrías que acompañarlo con la foto que te inspiró y el enlace de la convocatoria, aclarando que se trata de una participación en el encuentro juevero. Muchas gracias por participar.
ResponderEliminarLlevo poco tiempo en esto y no manejo bien la informática. Ya iremos puliendo fallos.
EliminarGracias por leerme, saludos.
Evocación que no deja indiferente, se duele el corazón al leerte
ResponderEliminarBesos
Maravilloso homenaje a la amistad lleno de poesía, sentimiento y cariño que perdura en el tiempo y en la memoria.
ResponderEliminarLas fotos son instantes congelados en el tiempo que tienen la virtud de despertar nuestros recuerdos y sentimientos. Y sí, no es nada fácil hablar de ese amigo ausente que jamás volverá
ResponderEliminarMuy emotivo el relato. Me encantó.
Bss
Precioso homenaje a la amistad...cajita maravillosa de recuerdos...tesoros guardados.
ResponderEliminarUn saludo.
Que bonito a recuerdos sobre la amistad la verdad es que está envuelta en sentimiento... Una maravilla tu relato.
ResponderEliminarBesos.
Has sabido ligar tu escrito con pinceladas de cada una de las fotos lo que es un arte. Un relato precioso e intimista. Besos.
ResponderEliminarlos recuerdos se cambian con el tiempo es imposible mantener intactos
ResponderEliminarun abrazo